Capítulo 1224
Rosana abrió la boca y comento:
La familia Lines tiene a la familia Chavira encargándose de la publicidad y relaciones públicas, asi que claro que su promoción va a ser rápida. Pero eso no cambia nada, al final de cuentas, su proyecto anterior de prótesis artificiales ya estis quedando en el olvido. Los productos de nuestra empresa siempre han estado varios pasos adelante de todos los demás
El jefe de grupo asintió con entusiasmo:
-Tienes razón. Si todos le echamos ganas, cuando la empresa crezca, nuestros sueldos también se van a duplicar, ¿a poca no?
Rosana sonrió. En efecto, ahora su propio valor también se había multiplicado.
Al salir del trabajo, Rosana fue directamente al hospital, y Marina llegó casi al mismo tiempo.
Los ojos de Marina estaban enrojecidos, claramente había estado llorando.
-¿Cómo pudo pasarle algo tan grave? –preguntó con la voz entrecortada.
Rosana sentía un nudo en la garganta.
-Fue un accidente… pero va a ponerse bien -dijo, intentando sonar tranquila.
Decidió no contarle a Marina la verdad sobre lo que había pasado con Sara. El peligro aún no había desaparecido y no quería meterla en problemas.
Marina asintió con fuerza:
-Yo sé que vá a salir adelante, tengo fe.
En ese momento, Rosana recibió un mensaje de Román:
[¿Qué quieres cenar? ¿Paso por ti?]
Rosana bajó la cabeza y tecleó su respuesta:
[Yo regreso sola.]
Después miró a Marina y le dijo:
-Tengo que irme por un asunto. Mañana deberías volver a casa para que tus papás no se preocupen. Yo me encargo de
Sara.
Le compartió por mensaje la contraseña de su departamento, invitándola a quedarse esa noche.
Marina la miró preocupada:
-¿Y tú a dónde vas?
-Tengo que pasar por la casa de los Lines -respondió Rosana, sin entrar en detalles.
Le explicó brevemente la situación actual con la familia Lines.
Marina la tomó de la mano y le advirtió:
-Si te hacen enojar o te tratan mal, no te quedes callada, ¿eh?
-No te preocupes, sé defenderme.
Rosana manejó de regreso a la casa de los Lines.
Al llegar, Román la recibía sentado en la sala, sonriendo:
-¿Ya volviste? Justo vamos a cenar.
Alonso Lines también estaba ahí, y se veía más que satisfecho consigo mismo.
-Rosana, ¿ya viste la campaña de nuestra empresa? ¿Por qué su publicidad tarda tanto en salir? ¿Será que no tienen
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ningún avance?-pregunto con tono provocador.
Rosana se sentó a la mesa, su voz sono calmada:
Yo solo me encargo del desarrollo tecnológico, la publicidad no es mi área. Además, por más anuncios que sequen neda le gana a un producto bien hecho. Estoy segura de que tú también lo sabes.
La sonrisa de Alonso se borró de golpe.
Julio le lanzó una mirada y Alonso se quedó callado.
Rosana bajó la cabeza y siguió cenando. No pasó mucho antes de que recibiera una llamada de Marina:
-¡Ya despertó!
-¿En serio?
La emoción hizo que Rosana se pusiera de pie de inmediato. Dejó los cubiertos a un lado.
-Voy para allá ya mismo.
Román también se levantó:
-Te llevo.
-No hace falta, vine en mi carro -respondió ella.
-Entonces me voy contigo, así aprovecho para ver cómo sigue–insistió Román.
Rosana escuchó esto y ya no discutió.
Ambos salieron juntos de la casa.
Cuando se fueron, Alonso se quedó mirando la puerta, molesto:
-Si no fuera porque Rosana necesita algo de nosotros, ni se aparecía para cenar.
Júlio suspiró y dijo con amargura:
-Pues esto nos lo ganamos nosotros mismos.
Rosana llegó al hospital en cuanto pudo, y se topó con varios doctores reunidos afuera del cuarto.
Román no tardó en ponerse la bata especial y entrar a la habitación.
Rosana esperó afuera, al lado de Marina, quien ahora tenía una sonrisa en el rostro.
-Qué bueno, ya despertó. Te dije que iba a estar bien.
Rosana se limpió las lágrimas que se asomaban por sus mejillas, esperando a que Román y los médicos salieran.
En ese momento, Estefanía se acercó acompañada de un chico adolescente.
Con una sonrisa sincera, Estefanía preguntó:
-¿Entonces sí es cierto que Sara ya despertó?