Las palabras de Rosana iban cargadas de veneno, cada sílaba era una espina dirigida con precisión.
El semblante de Estefania, que hasta entonces había mantenido intacto, se descompuso ligeramente, mostrando un destello de vulnerabilidad.
-Señorita Lines, espero que pueda entenderme… Yo soy madre. Debe comprender cómo me siento -au voz, antes tan templada, ahora se quebraba un poco-. En cuanto a Sara, puedo venir a verla todos los días, si así lo desea.
Al ver que Estefania finalmente dejaba de fingir, Rosana sintió una satisfacción silenciosa. Así que el punto débil de Estefania era su hijo, penso, y una media sonrisa se dibujó en sus labios.
Sin rodeos, Rosana la encaró directamente:
-Con lo que le pasó a Sara, me imagino que usted debe estar bastante contenta, ¿verdad, señora Iglesias?
-Señorita Lines, ¿qué está diciendo? ¿Cómo va a pensar que yo me alegro de algo así?-soltó Estefanía, intentando mantener la compostura, aunque el tono la traicionaba.
-Vamos, no se haga. Si a Sara le llegara a pasar algo, su hijo se convertiría automáticamente en el heredero legitimo. ¿De verdad no le da gusto?
El rostro de Estefanía cambió de inmediato, la máscara de serenidad se vino abajo y un destello de rabia cruzó por sus ojos. -Señorita Lines, esas cosas no se dicen a la ligera. Lo que le pasó a Sara fue un accidente, y todos lo saben. Hubo un derrumbe en la montaña, por eso ocurrió el choque.
Rosana no perdió la oportunidad y siguió presionando, su mirada se volvió aún más punzante.
-¿Y usted cómo supo que hubo un derrumbe en la montaña? Porque ese detalle no ha salido en ningún comunicado oficial. ¿De dónde sacó esa información?
Estefanía se quedó pasmada, sus manos temblaban ligeramente sobre el reposabrazos de la silla de ruedas.
-Y–yo… ese día escuché a unas enfermeras comentarlo en el hospital, eso fue todo. Además, lo del accidente tampoco es un secreto. Ya se había mencionado que fue por un derrumbe en una noticia, creo.
De repente, Rosana soltó una carcajada, divertida por el titubeo de la otra mujer.
-¿¿De veras? Qué curioso, señora Iglesias, porque usted parece muy nerviosa. Es que, ¿sabe? Cuando uno hace cosas de las que se arrepiente, por más que intente ocultarlas, se le nota.
La expresión de Estefanía se endureció, y su voz temblaba de enojo:
-Señorita Lines, sé que no le caigo bien, pero si le molesto tanto, me voy y ya. No necesita estar diciendo todas esas cosas para manchar mi nombre.
Sin esperar respuesta, Estefanía giró la silla de ruedas y salió de la habitación, visiblemente molesta.
Apenas entró al elevador, su rostro cambió drásticamente: ya no quedaba ni rastro del temor, sólo había rabía y una furia contenida que le endurecía la mirada.
-Maldita sea… masculló entre dientes-. ¿Así que Rosana se dio cuenta? ¿Y esa bola de incompetentes no pudieron siquiera hacer bien este encargo?
Cuando Estefanía se hubo marchado, Óscar se acercó a Rosana con el ceño fruncido:
-Esta Estefanía me huele a problemas/No sé qué trama, pero está metida en algo chueco.
-Sí, lo sé. Pero atraparla en el acto y tener pruebas claras no va a ser nada fácil -Rosana entornó los ojos, pensativa-. Dime, ¿tú crees que Estefanía y Leonor no tienen nada que ver?
-¿A qué te refieres, Rosita?
-Tengo una corazonada. Recuerda que la mamá de Leonor, cuando todavía vivía, se las ingenió para llevarse el cuerpo de su hija en secreto. Y, casualmente, en esa época Estefanía regresó al país, ¿no? Las fechas cuadran perfectamente.
Óscar asintió, intrigado:
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16:43 T
Capitulo 1220
¿Estás pensando que Estefania podria ser la mama de Leonor?
No afirmo nada, pero en el fondo lo sospecho. Si la mamá de Leonor no se atreve a mostrarse, quizá es porque su identidad actual podria ser descubierta. Si Estefanía es en realidad la mamá de Leonor, todo encajaría por eso no quiere que nadie la relacione con su pasado.
Oscar dudó, pero no descartó la idea.
-Pero espera, ¿Estefanía no fue a esa escuela para señoritas de sociedad? Y estuvo casada con Maurino Quiroga, además… la mama de Leonor no tenía ese aspecto.
-¿Y si no fuera su mamá, sino su tía? Una hermana de su mamá. Hay casos en que las tías y las sobrinas se parecen mucho.
Cuanto más lo pensaba Rosana, más sentido le encontraba a su propia teoría.
-Según tengo entendido, la mamá de Leonor tenía una hermana que fue enviada lejos cuando eran niñas. Los datos de Estefanía coinciden: también fue enviada fuera del país. Es probable que Estefanía sea esa hermana perdida, la tía de Leonor.
Óscar asintió con más fuerza esta vez.
-Rosita, tu deducción tiene lógica.
-La única manera de comprobarlo -añadió Rosana–es hablar directamente con Maurino en prisión.
En su momento, Miranda logró librarse de la pena de muerte, pero Maurino recibió cadena perpetua. Aún sigue vivo.
Si Maurino confirmaba la relación de Estefanía, por fin podrían desenmascarar su verdadera identidad.
Rosana estaba convencida: esa mujer, Estefanía, seguro también había tenido parte en el accidente de hace años. Y ahora, sólo faltaba probarlo.
