Así es, todos nosotros como hermanos no hemos estado a la altura, Es nuestro error.
Rosana presionó los labios, conteniendo la emoción.
¿Cuánto tiempo necesitan tus personas para desarrollar la cura?
-Aproximadamente medio año, necesitamos hacer pruebas.
Rosana sabia que el tratamiento para Flora no tenía un límite de tiempo fijo, dependía de cómo avanzara la desintoxicación. Por lo que el tratamiento de Flora seguramente duraría más de esos seis meses.
Solo de pensar en todo ese tormento, y en cómo Flora había aguantado tanto tiempo, le era imposible imaginar ef sufrimiento por el que había pasado su amiga.
Ella misma no podría soportar ni un solo día en esas condiciones.
Se limpió las lágrimas de las mejillas.
-¿Y si te pido que lo logres en un mes?
-Manita, me la pones difícil. Hay muchos proyectos en la isla, no es posible que todos dejen sus investigaciones solo por una persona.
Rosana habló con calma, aunque por dentro luchaba consigo misma.
-¿Qué necesitas a cambio?
Apenas terminó de hablar, del otro lado del teléfono cayó un silencio pesado.
Al final, Román soltó:
O
-Lo que quiero es que volvamos a ser como antes. Que me trates como tu hermano, que podamos reconstruir nuestra relación. ¿Te parece?
Al escuchar esa condición, Rosana sintió de inmediato una punzada en la cabeza, justo en las sienes.
De forma involuntaria, le vino a la mente aquel momento en su vida pasada, recostada en la mesa de operaciones, cuando Román le quitó un riñón y además le dejó una cicatriz en la cara al hacerle experimentos.
El rechazo y el desagrado brotaron desde lo más profundo de su ser.
Pero el recuerdo del dolor en el rostro de Flora hacía un momento le dio fuerzas para tragarse el miedo.
Rosana se obligó a responder:
-Voy a intentarlo, pero no puedo prometerte que será igual que antes, al menos no de inmediato.
-Así está perfecto. Podemos ir paso a paso, yo no tengo prisa.
La voz de Román sonaba un poco aliviada, incluso feliz.
-Manita, tampoco quiero que sientas que te estoy presionando. A fin de cuentas, esta vez no he hecho nada para hacerte daño. Pero sí, siento mucho haberte ignorado tanto tiempo y no haberme dado cuenta de lo mal que estabas con la familia Lines. Yo también tengo parte de culpa.
Rosana volvió a apretar los labios.
-Eso ya quedó atrás.
-Sí, lo sé, ya pasó todo. El juicio de papá y mamá también terminó; así que creo que podemos empezar de nuevo como hermanos.
Rosana asintió apenas, hablando con voz apagada.
-No quiero que los demás sepan nada de esto.
-No te preocupes, no se lo diré a nadie. Será nuestro secreto.
Rosana forzó una sonrisa.
-Bien. Si no hay nada más, voy a colgar.
, ‘
20:00
Espera ¿puedes llamarme Roman a partir de ahorat
Rosena miro por la ventana, dejando que la luz la bañera.
Román.
Listo. Por el trabajo casi nunca traigo el celular, pero puedes mandarme mensajes cuando quieras, Si los veo, te oor -De acuerdo.
Rosana colgó sin decir nada más.
Mientras pensaba que, si eso servía para que la señora Jurado sufriera menos, valía la pena cualquier sacrificio.
Media hora después, Flora regresó a la habitación en su silla de ruedas.
El color de su cara era pálido, pero ella quiso quitarle importancia.
-Siempre me veo así después del tratamiento, pero no hay de qué preocuparse. Me siento mucho mejor.
Al oir esas palabras, Rosana sintió que se le apretaba el pecho, una punzada de dolor por dentro.
Intentando mantener la compostura, ayudó a Flora a recostarse en la
cama.
-Ya verás, pronto estarás bien.
-Por supuesto. Cuando eso pase, nos vamos de compras. Siempre quise tener una hija, y ahora por fin tengo esa fortuna. Flora tomó la mano de Rosana, apretándola con cariño.
-Te voy a llevar a mi grupo de amigas, las señoras de la ciudad y las chicas de buena familia. Así podrás conocer gente y hacer tus propios contactos.
Rosana escuchaba todo aquello con una mezcla de emociones que no lograba digerir.
De pronto, Flora la miró fijamente.
-¿Qué te pasa? ¿Por qué tienes los ojos rojos?
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