Jorge se quedó helado por un instante.
-Hache? ¿Cómo puede ser él?
Los ojos de André se oscurecieron, como si contuvieran la noche misma.
-En aquel entonces, fue Sabrina quien tuvo el accidente automovilístico con él. De hecho, las heridas de él fueron incluso más graves que las de Sabrina.
Aparte de él, no se me ocurre quién más podría hacer algo así.
Jorge intentó recordar con detenimiento.
Siempre le había parecido que Hache era un estorbo, pero jamás lo consideró una verdadera amenaza. Aunque el tipo tenía buena pinta, hombres atractivos en la vida de Sabrina sobraban. No creía que Sabrina fuera a fijarse en alguien como Hache, que a su parecer solo era un asistente bien parecido y nada más.
Además, por lo poco que había platicado con Sabrina, no era difícil notar que ella estaba enfocada en sacar adelante su carrera; no parecía tener intención de empezar una nueva relación tan pronto. Jorge sabía bien que Sabrina era una persona a la que le importaban los sentimientos, y que, tras un divorcio tan reciente, resultaba imposible que ya se hubiera enamorado de alguien más.
Él tenía demasiados asuntos y enemigos a los cuales enfrentarse, así que debía encargarse de cada uno a su debido tiempo. En su lista de prioridades, Hache ni siquiera figuraba.
-André, ¿por qué sospechas de él? -preguntó Jorge-. Puede que tenga motivos, pero de ahí a que tenga el poder para hacer algo así… ¿no crees que le estás dando demasiada importancia?
La expresión de André, tan atractiva como distante, permanecía impasible.
-No hemos podido averiguar nada sobre su verdadera identidad. Solo eso ya es un problema enorme. Si él mismo se aseguró de borrar sus huellas, dime, ¿crees de verdad que no tiene los recursos?
Jorge se encogió de hombros.
-Si fuera tan capaz, ¿por qué se quedaría al lado de Sabrina… de la señorita Ibáñez, solo como asistente? ¿No será que… está secretamente enamorado de ella?
Aun diciendo eso, a Jorge le parecía poco probable. No porque Sabrina no tuviera atractivo, sino porque si Hache en verdad fuese alguien poderoso, le iría mucho mejor revelando su identidad y conquistando a Sabrina de frente, en vez de quedarse a vivir a su sombra. Al final, todos admiran a los fuertes. Sabrina era una mujer tan sobresaliente, ¿cómo iba a fijarse en un simple asistente?
André guardó silencio unos segundos.
-No lo sé–confesó-. No logro descifrarlo. A veces parece que esconde algo, pero tras seguirlo y revisar su historial, entre él y Sabrina no hay ni la menor señal de cercanía, ni nada que indique una relación. Incluso cuando Sabrina está con su hijo Thiago, Hache nunca se les acerca, como si no buscara aprovecharse de nada.
Sin embargo, cada vez que se quedaba a solas conmigo, se notaba que quería provocarme.
-¿Tienes alguna prueba, André? -insistió Jorge.
-No. Solo son intuiciones y teorías mías. Si él fue quien hizo todo esto… solo puedo decir que es un experto ocultando su juego.
Una chispa de interés cruzó por los ojos de Jorge.
-André, escuché que está hospitalizado ahora, ¿no? Si queremos saber si fue él, ¿por qué no vamos a tantearlo? Si en verdad fue él, seguro lo vamos a pillar en algo.
En el hospital, Daniela terminó de contar, radiante, las desgracias más recientes de Julio, y soltó una carcajada que uenó el
cuarto.
-¡Ja, ja, ja! ¡El mundo da vueltas, nadie se salva de lo que siembra! Todavía ni nos movíamos y ya Julio se metió en líos solito.
16:46
Capitulo 773
Lo que había hecho Jullo esta vez era tan bajo y cruel que ni Daniela ni Sabrina podían tragarse est trago amargo venganza ya estaba en su lista desde hacía rato.
Aun sin haber planeado bien cómo atacarlo, resulta que Jullo mismo se metió el pie.
Daniela, todavía entre risas, agregó:
-Me contaron que por culpa de las locuras de Julio, las acciones del Grupo Castaño se desplomaron y perdieron varios cientos de miles de millones en valor. Por la mala gestión de Fidel, el daño fue tan grande que ahora los socios y los veteranos de la empresa están presionando para que lo saquen.
-No sé quién fue el valiente que se animó a hacer semejante obra de arte, pero, la neta, se merece un monumento.