Este asunto elicendió una alarma en todas las familias poderosas del pals.
No existían odios heredados de antaño ni rencores imposibles de sanar; no tenía sentido pelear hasta destruirse mutuamente.
Por eso, durante tantos años, esas familias se mantuvieron en un delicado equilibrio, como si hubiera un acuerdo tácito nadie se atrevía a romperlo.
Nicolás expuso uno a uno los resultados de su investigación.
-La familia Fonseca es la más rica del mundo, tienen una fortuna que parece infinita, pero siempre han preferido pasar desapercibidos.
Se dice que los Fonseca están marcados por una maldición extraña.
El destino les dio mentes brillantes, riquezas y poder, pero también les negó la posibilidad de tener un final tranquilo. Ningún Fonseca logra morir en paz.
Fidel frunció el entrecejo, pensativo.
Él también había escuchado esas historias de boca de Hernán.
Hernán, ya mayor, conocía secretos y anécdotas que solo los viejos de la familia recordaban.
Cada vez que mencionaba a los Fonseca, Hernán no podía evitar suspirar con pesar.
Nicolás continuó:
-Según averigüé, cada jefe de la familia Fonseca ha muerto de manera violenta.
El primer líder de los Fonseca terminó descuartizado a machetazos.
El segundo fue atropellado por un carro; su cuerpo quedó irreconocible.
El tercero murió en una explosión; nunca encontraron sus restos.
El cuarto murió junto a su esposa, ambos en circunstancias extrañas.
El quinto jefe fue asfixiado por su propio padre…
La familia Fonseca tiene siglos de historia, pero, por alguna razón, ningún líder logra pasar de los treinta años.
Nicolás hizo una pausa antes de agregar:
-Y los que se acercan demasiado a los Fonseca tampoco terminan bien.
No importa cuán buena sea la relación al principio, siempre terminan como enemigos y muertos en circunstancias sospechosas.
Por eso, casi ninguna familia poderosa se atreve a acercarse mucho a ellos.
Dicen que después de la muerte violenta del último jefe de los Fonseca, hubo una pelea interna por el liderazgo.
Pero al final, nadie supo quién se quedó con el puesto de cabeza de familia.
El semblante de Fidel se endureció.
A decir verdad, tampoco a él le entusiasmaba tratar con los Fonseca.
No era por la supuesta maldición, sino porque Hernán les había atendido como médico alguna vez.
Sabía que la verdadera razón por la que todos los jefes Fonseca morían tan trágicamente era un defecto genético; todos tenían un gen asociado a la locura.
Los Fonseca habían intentado buscar una solución.
Pero, por más avanzadas que sean las ciencias médicas, nadie puede curar un problema genético.
El único camino sería no tener hijos, o que los hijos no fueran realmente Fonseca.
Algunos intentaron esa vía, pero el final fue aún más cruel.
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Capitulo 770
Los Fonseca ya de por si están locos.
Ponerle los cuernos a un loco asi era como firmar tu sentencia de muerte.
Dicen que, cuando se descubrió una infidelidad, la mujer y toda la familia de su amante fueron eliminados.
Cuando Hernán le contó todo esto a Fidel, solo pudo decir que era una tragèdia.
A pesar de su talento como médico, jamás encontró una solución para esa enfermedad.
Fidel era una persona cuerda; por supuesto que no quería tener nada que ver con semejantes locos.
Pero ahora, con la situación fuera de control, si no encontraba a los Fonseca, sería imposible resolver el problema.
Con voz seca, ordenó:
-Consigue el contacto del jefe actual de la familia Fonseca. Yo mismo lo voy a llamar.
Nicolás asintió.
-Enseguida lo hago.
Pocas personas habían visto al actual líder de los Fonseca, pero conseguir su número no era tan difícil.
Después de todo, la familia Fonseca también tenía empresas y hacía negocios con otros.
En unos diez minutos, Nicolás le entregó a Fidel el contacto que necesitaba.
Fidel marcó el número del jefe de la familia Fonseca.
Capitulo 771