No era dificil entender lo que pensaba Valeria.
Sin embargo, aprovecharse del dolor ajeno para sacar ventaja era algo que coataba aceptar.
Al recordar todo eso, a Daniela le volvía la rabia.
-Cuando estaban ensayando, tú la ayudaste un montón, hasta le regalaste un violin. Y mira, ni te dio las gracias, al contrario! Ahora resulta que te paga con esta traición.
¡De verdad, no entiendo cómo puede haber gente tan descarada en el mundo!
Valeria no tenia una situación económica muy buena, y el violin que usaba era bastante básico, de esos baratos que no dejan lucir el talento de nadie.
No podía sacarle todo el provecho a su habilidad.
Sabrina, que sí había notado el potencial de Valeria y su pasión por el violin, decidió echarle una mano, ya que eran compañeras. Por eso, le consiguió un violín que le quedaba perfecto a su estilo.
Y al final, Valeria terminó apuñalándola por la espalda.
Sabrina preguntó:
-¿Ya lograste contactar a los de la organización?
Daniela asintió.
-Sí, ya hablé con ellos y les expliqué todo lo que está pasando de este lado.
-¿Y ellos qué respondieron?
-Dicen que pronto van a aclarar bien lo sucedido y que lo harán públicamente.
Que la versión oficial tiene más peso que cualquier cosa que digamos nosotras.
Pero con tanta gente moviendo la opinión en redes, no se sabe si la gente nos va a creer…
Sabrina comentó:
-Me da igual, yo no vivo de la fama ni de los chismes.
Daniela, tampoco te preocupes tanto por lo que digan los demás.
Daniela suspiró bajito.
-Sí, lo sé.
Sabrina ya tenía bastante con lo suyo. Daniela solo quería protegerla y evitar que le salpicara cualquier escándalo.
Pero al final, las cosas siempre salían al revés.
Después de hablar un rato más, Daniela se despidió.
Todavía tenía que lidiar con todo el alboroto en internet.
Seguía habiendo un montón de cuentas malintencionadas, tergiversando la verdad y presionando para que Sabrina se retirara de la competencia.
Pero Daniela no pensaba dejarse y seguiría defendiendo a su amiga hasta el final.
Sabrina volvió a la habitación del hospital.
Para su sorpresa, Hache ya había despertado.
Sabrina se acercó rápido.
-Hache, ya despertaste. ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? ¿Tienes molestias?
Hache le contestó con voz rasposa, todavía atontado por el sueño.
-Estoy bien.
Capitulo 763
Sabrina enseguida le sirvió un vaso de agua.
-Toma un poco de agua primerő.
Sebastian tomó el vaso.
Gracias.
Y se bebló toda el agua en un suspiro.
Sabrina recogió el vaso vacío y preguntó:
-¿Quieres más?
-No, está bien–Sebastián la miró fijamente. Lo escuché todo hace un rato.
Sabrina le echó un vistazo a la televisión en la pared. Seguían transmitiendo la entrevista: Valeria lloriqueaba, mientras los reporteros la miraban con cara de lástima, y no faltaban las voces que la atacaban
Sabrina apartó la mirada con tranquilidad.
-Eso solo es chisme, no me afecta.
Sebastián se fijó en su mano, envuelta en vendajes.
-Te lastimaste la mano.
Sabrina respondió:
-Aunque me haya lastimado, igual voy a ganar la competencia.
En un rato voy donde Hernán Castaño por unas medicinas. Para la final, ya debería estar recuperada.
Aunque la herida no era grave, sí podía influir en su desempeño.
Por suerte, Sabrina era lo suficientemente fuerte como para imponerse, incluso con la mano lesionada.
Sebastián, de repente, preguntó:
-¿Crees que puedas ganar a Araceli?
Sabrina sonrió.
-Por supuesto.
Lo dijo sin dudar, reflejando toda su confianza.
Sebastián miró las noticias en la televisión.
-Si no me hubieras salvado, no te habrías lastimado y nada de esto te afectaría en la competencia. Ahora que estás en l cima, muchos participantes te tienen envidia.
No sería raro que se unieran para presionar a los organizadores y te sacaran del concurso.
Los ojos de Sabrina brillaron por un instante.
Hache era más perspicaz de lo que pensaba, incluso previó esa posibilidad.
Pero Sabrina no parecía preocupada.
-Si llega a pasar, ni modo, que me saquen.
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