Al escuchar esto, Fábián Guerrero respondió de inmediato:
-André, tranquilo, te juro que no voy a molestar más a Sabrina Ibáñez.
André Carvalho arrugó la frente, pero replicó:
-No es por eso.
Fabián, confundido, preguntó:
-¿Entonces de qué se trata?
André guardó silencio unos segundos antes de hablar al fin:
-Quiero que, durante el tiempo que Araceli le queda, la cuides bien.
Fabián se quedó pasmado.
-Siempre la he cuidado…
Pero de repente, su voz se cortó y comprendió a qué tipo de “cuidado” se refería André.
De inmediato, preguntó nervioso:
-¿André, qué estás diciendo? ¿Acaso ya no piensas hacerte cargo de Araceli?
André respondió con tono seco:
-Lo que le debía a Araceli, ya se lo pagué. Por ella, me divorcié y hasta solté diez mil millones de pesos. Hice más que suficiente, ya dejé saldada cualquier deuda del pasado.
Miró fijamente a Fabián y siguió:
-Tú bien sabes que Thiago no puede quedarse sin mamá. No quiero seguir arriesgando mi relación con Sabrina por culpa de Araceli. Si aceptas, hablaré con tu papá de inmediato para que te den el lugar de heredero. Si no aceptas…
André lo miró con seriedad.
-Aunque preferiría que seas tú quien cuide de Araceli, no es como si no pudiera buscar a otra persona.
Fabián captó perfectamente la amenaza implícita y, atónito, murmuró:
-André, ¿de verdad quieres…?
Desde que André había descubierto que Araceli Vargás había perjudicado a Sabrina y que el secuestro y la hospitalización de Sabrina eran reales, su actitud hacia Araceli se había tornado distante.
Desde el inicio, André jamás quiso divorciarse. Si no hubiera sido por la enfermedad de Araceli, no habría aceptado separarse. Incluso si aceptó, lo hizo pensando que pronto se reconciliarían.
Pero la vida le salió al revés.
Sabrina, en vez de acercarse, se alejó aún más de él.
Así que, decidido, prefirió cortar el problema de raíz: buscarle un buen destino a Araceli.
André insistió:
-Piénsalo bien, Fabián. Si tú no aceptas, seguro habrá quien sí lo haga.
Esa última frase ya tenía tintes de advertencia.
Todo el mundo sabía que Fabián sentía algo por Araceli. No era ningún secreto. Sin embargo, jamás había mostrado cele ni una actitud posesiva. Incluso cuando André y Araceli empezaron a salir, nunca trató de ocultárselo a Fabián.
Araceli le había reclamado más de una vez a André que parecía no importarle tanto.
Fabián no tardó en tomar una decisión.
-André, acepto.
En ese momento, Fidel Castaño seguía moviendo hilos en las sombras. Sin la posición de jefe de la familia Guerrero, a
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Capítulo 753
Fabián le costaría enfrentarlo. Si él no aceptaba, y la familia Guerrero sufría otra crisia, André no intervendría más per af
En cuanto a Araceli… Fablán siempre la habla querido, y además, Araceli ya no tenía mucho tiempo.
Aceptar la propuesta era más ventaja que inconveniente para él.
Además, con el pleito contra Fidel en pleno apogeo, no tenía cabeza para meterse en los asuntos de Sabrina.
André asintió satisfecho.
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-Esta noche, dile a tu papá que nos veamos. Yo mismo hablaré con él.
Fabian asintió.
No importaba lo que pasara, André seguía pensando en el futuro de Araceli.
El puesto de líder de la familia Guerrero requería que André ofreciera los beneficios del Grupo Carvalho a cambio.
Y en cuanto a si André podría recuperar a Sabrina… Fabián no era nada optimista.
Por Araceli, André se había metido en un callejón sin salida. Creer que podría reconquistarla era casi imposible.
En cuanto él obtuviera el liderazgo de la familia Guerrero, y André recibiera un portazo de Sabrina, probablemente la dejaría ir y volvería a buscar a Araceli.
El descanso fue breve. Sabrina, sin perder tiempo, se preparó para la siguiente ronda de la competencia.
