Al escuchar el nombre de Sabrina, Fidel trunció el ceño por pura reacción.
Otra vez ella? ¿Qué problema tienes con esa mujer?
Julio le contó todo el llo que tenía con Sabrina, sin omitir ningún detalle.
Fidel lo escuchó y comentó:
V
-Estuviste a punto de arruinarle la mano, así que sí, tiene motivos de sobra para hacerte algo así.
No se extendió mucho en sus comentarios, ni pareció pensar que Julio hubiera actuado mal.
Después de todo, Sabrina se había metido donde no la llamaban primero, así que si llegaba a salir perjudicada, era consecuencia de sus propias decisiones.
Fidel añadió:
-Pero no creo que ella tenga la capacidad para armar algo así.
1 2 2 8 2 + 2 5 2 9 4 8
Ponerle algo prohibido a Julio no era algo que Sabrina pudiera hacer sola.
Y menos organizar que lo encerraran toda la noche, lo dejaran inconsciente y lo despojaran de su ropa.
Toda esa movida parecía sencilla, pero en la práctica resultaba bastante complicada.
La voz de Julio sono más oscura, cargada de rabia.
-Puede que ella no tenga el poder para lograrlo, pero eso no significa que la gente a su alrededor no lo tenga. Estamos en Cartagena. Gabriel, André, Fabián… cualquiera de ellos puede estar detrás.
Fidel asintió:
-Ya mandé a alguien a investigar el asunto, pero al fin y al cabo, aquí estamos en Cartagena. Con el nivel de maña que manejan esos tipos, no es raro que no dejen ni una sola pista.
Hizo una pausa y bajó la voz:
-Sobre todo André. Ese tipo es experto en hacer las cosas sin dejar rastro.
En ese momento, Nicolás llegó con los resultados de la investigación. Su expresión era bastante desconcertante.
Fidel le preguntó:
-¿Por qué esa cara?
-Ya tenemos los resultados. Aunque no hay pruebas sólidas, todo apunta a André… -a Nicolás le costaba creerlo-. ¿Desde cuándo se volvió tan mala leche ese André?
Nicolás conocía algo de André, y aunque era duro con sus enemigos, una cosa era ser despiadado y otra muy distinta ser
ruin.
Que a Julio lo encerraran y le dieran una golpiza, se podía entender. Pero que lo dejaran sin ropa tirado en la calle…
dia
Eso ya era otra cosa, era una maldad que costaba asimilar.
Fidel también se quedó pensativo, con la mirada fija en el suelo.
El Grupo Carvalho había llegado tan lejos/gracias a la astucia de André, eso estaba claro.
No era ningún santo, pero tampoco alguien tan bajo.
Fidel miró a Julio, dudó un segundo y al final se atrevió a preguntar:
-Julio, ¿estás seguro… de que no te hicieron nada más?
Julio era un tipo atractivo, carismático, con fama de galán.
En el círculo en el que se movían, había de todo. Así que, aunque sonara incómodo, Fidel debía asegurarse de que solo lo desnudaron y no le hicieron algo peor.
Era un tema difícil de tocar, pero era necesario saberlo. Mejor prevenir que después se enterara por otros y no entendiera qué había pasado.
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A un lado, Nicolás se sintió igual de incomodo al escuchar esa pregunta
Pobre Julio, le habla tocado pasar por una situación terrible,
Julio apretó tanto la botella en su mano que se le hizo añicos, dejando escapar un sonido seco. Su mandibula se tenso
Si se hubieran atrevido a hacerme algo más, asi tuviera que llevarlos al infierno conmigo, les harla pagar a todos
Fidel intervino:
-Aunque no te hayan hecho nada grave, afuera todos ya están hablando del tema. Puede que André no sea el cerebro de algo tan retorcido, pero quien le haya dado el consejo sí que es venenoso.
Aunque no lo dijeron en voz alta, los tres sabían bien de quién sospechaban.
Julio tenía la mandíbula tan apretada que parecía que iba a romperse los dientes.
ཆ ༢ དྭཱ
-Ese odio me lo guardo. El día que tenga oportunidad, haré que esa persona me ruegue por su vida.
Sin André ni Araceli cerca, el ambiente se sentía mucho más liviano.
Hasta Thiago y Romeo se llevaban bien, cosa poco común.
Romeo siempre se mostraba respetuoso y tranquilo, nunca buscaba pelea con Thiago.
Mientras Thiago no provocara problemas, entre ambos reinaba la calma, aunque fuera solo de apariencia.
Los dos niños se fueron juntos a probar los juegos del parque, dejando a Sabrina y Gabriel afuera, platicando mientras los esperaban.