Pero este asunto ya se habla regado por todo el círculo
Unos decian que habla salido del closet, otros que lo hablan ultrajado…
En fin, se declan toda clase de cosas.
Araceli al principio no le daba importancia, pero al escuchar lo que Fabián decía, se quedó helada.
-¿Qué dijiste? ¿Julio fue…?
Fabián, con una expresión de morbo y satisfacción, soltó:
-En ese momento estaba desnudo, lo tiraron en plena avenida y un montón de gente le tornó fotos y videos.
Ahora, sus fotos andan circulando por todos lados.
A mi parecer, la reputación de Julio ya se fue al piso, no tiene salvación.
Los ojos de Araceli titilaron de inquietud.
-¿Eso… lo hizo André?
Fabián asintió con seguridad.
-La última vez, él y Jorge estaban tramando cómo vengarse de Julio, eso lo sabes tú mejor que nadie. Pero jamás pensé que André pudiera ser tan cruel.
De todas formas… a mí me fascina la idea.
Ojalá ese viejo loco de Fidel Castaño también termine igual, con sus fotos desnudo por toda la ciudad.
Así hasta le quitan la oportunidad de ser el heredero.
Araceli también se quedó atónita.
-Esto no suena al estilo de André. No estoy tan segura de que haya sido él.
Fabián reviró:
-Si no fue André, ¿entonces quién? ¿Sabrina? No me lo creo, esa no tiene con qué hacer algo así.
Como Sebastián estaba infiltrado cerca de Sabrina, Araceli sabía perfectamente que no era obra de ella.
Sabrina solo le destrozó los huesos de la mano a Julio, dejándolo con una fractura gravísima.
Y ni siquiera fue Sabrina quien actuó directamente: todo fue tan limpio que nadie pudo acusarla de nada.
Después de un rato, Araceli murmuró:
-André sí se pasó de cruel…
Para un hombre, sufrir algo así era peor que la muerte.
Y la verdad, era cierto.
Aunque Fidel movió todas sus influencias para frenar la noticia, después de todo esto era Colombia, y no podían tapar el escándalo tan fácil.
Para cuando lograron silenciar todo en los medios, ya muchos habían guardado fotos y videos en privado.
Varios herederos y juniors que habían tenido roces con la familia Castaño incluso pagaron una fortuna para conseguir el material.
Las buenas noticias no salen de casa, pero los chismes vuelan.
Algunos hasta compraron tiquetes de avión para ir a Cartagena y reírse en la cara de Julio, con expresiones llenas de burla.
-Vaya, señor Castaño, tiene buen cuerpo. Ni el mejor del club nocturno se compara.
-Qué gustos tan raros tienen los Castaño. Fidel un degenerado, Julio un exhibicionista.
-Uf, ¿no será que le gustan los hombres? Una vez hasta me tocó la mano, ¡qué asco!
19:57
Julio, no te animas a salir conmigo? Yo hago de cero tu de uno, ¿qué dices?
Julio estaba livido de la tabla.
Que lo hayan dejado desnudo toda la noche en la calle era una humillación tan grande, que le daban ganas de metal alguien.
Cuando Fidel llegó, vio que todo en la casa estaba hecho trizas, como sí un huracán hubiera pasado.
Se acercó y vio a Julio bebiendo.
Tu mano todavía está mal, no deberias estar tomando le dijo Fidel, serio.
Julio soltó una risa amarga.
-Ya estoy medio inútil. Si la mano quedo ins pues ni modo.
-Ya silencié todas las noticias. Y los que tienen boca grande, también fueron callados.
De ahora en adelante, nadie se atreverá a comentar
Julio bebió otro trago, tambaleante y con la voz pastosa.
-Sí, nadie lo hablará de frente. Solo lo harán a mis espaldas…
cara.
Fidel no supo cómo consolarlo. Tras un momento de silencio, preguntó:
-¿A quién crees que hizo esto?
Julio dejó la botella y en sus ojos pasó un destello venenoso, como de serpiente. Escupió las palabras con frialdad.
-¡Sabrina!