Pero no había nada que pudieran hacer.
Aunque siguieran transmitiendo a Sabrina, existía la posibilidad de que la audiencia bajara igual.
Los mensajes en el chat de la transmisión no paraban de aparecer.
[¿Qué es esto? Comparado con la presentación de Sabrina, no le llega ni a los talones.]
[Aunque suena emocionante, yo sigo prefiriendo la sensación de paz y comodidad que transmite Sabrina al tocar.]
[No me gustan las que tienen esa carita de víctima, me voy, me voy.]
[Nuestra Araceli también es muy talentosa, no se vayan, denle una oportunidad, conozcanla un poco más~]
En la zona de asientos principales.
Rena y los demás, tras ver la presentación de Araceli, se miraron entre sí, sin saber qué decir.
Rena no pudo evitar preguntar:
-¿Esto… esto es todo el nivel que tiene la compañera?
Jonathan tenía una expresió
n como si no pudiera creer lo que acababa de ver.
-Esto sí que está… -empezó a decir, pero Sandro, que estaba a su lado, le dio un codazo y le lanzó una mirada.
Jonathan captó la señal y se detuvo un segundo.
Luego intentó corregirse:
1–O sea, se nota que la compañera tiene una buena base, sí, cierto nivel…
Pero aun así no pudo ocultar la incomodidad que sentía y preguntó:
-Profe, ¿será que la compañera hoy no se siente bien? ¿No dio su mejor presentación?
Sandro y Rena también miraron a Elwood, igual de confundidos.
No es que pensaran que Araceli fuera mala.
Al contrario, tenía talento, pero si la comparaban con los demás alumnos genios que había formado Elwood, entonces su presentación parecía demasiado común.
Y para colmo, justo antes, Sabrina había dado un espectáculo increíble. Después de semejante muestra de talento, lo de Araceli se veía aún más opacado.
Ya Tatsuya les había contado que, en su momento, el profe había rechazado a Sabrina como aprendiz y eligió a Araceli como su última discípula.
Por eso, todos daban por hecho que Araceli debía ser mejor que Sabrina.
A fin de cuentas, a nadie le gusta quedarse con lo que alguien más desecho, ¿no?
La presentación de Sabrina había elevado tanto las expectativas sobre Araceli, que ahora la decepción era grande.
Si hubiera sido en otro momento, si solo hubieran escuchado a Araceli tocar, quizá habrían pensado que tenía lo necesario para ser discípula del profe… y con esfuerzo, hasta merecía el puesto.
Después de todo, hacía años que no surgía alguien tan bueno en el gremio.
Que Elwood viera en ella otros valores, también tenía sentido.
Pero ya se sabe, no es lo mismo comparar objetos que comparar personas.
Estaban tan ilusionados por ver lo que Araceli podía dar, y al final… ¿eso era todo?
La decepción que sentían ya ni siquiera era leve.
Se notaba en sus caras: estaban totalmente desilusionados.
Nadie quería aceptar que el profe rechazara a una Sabrina tan talentosa para quedarse con una Araceli sin mucho brillo.
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Capítulo 696
Por eso, intentaron buscar otras explicaciones.
Ante la mirada llena de dudas y expectativas de sus alumnos, Elwood se quedó sin palabras.
No le gustaba hablar mal de nadie, y en ese momento ni sabía cómo justificar lo que acababa de pasar.
En el escenario, el presentador se acercó a entrevistar a Araceli.
-Señorita, le tocó enfrentarse a una rival muy fuerte… Pero, la verdad, su presentación tampoco estuvo mal.
Quería preguntarle, ¿usted se siente satisfecha con lo que mostró hoy?
Araceli suspiró suavemente, como si llevara un peso encima.
-No, la verdad no… No di lo mejor de mí.
El presentador la miró sorprendido.
-¿Esto no es lo mejor que puede dar, señorita?
Araceli asintió despacio, y en su mirada apareció una tristeza difícil de ocultar.
-Así es.
El presentador, ahora más intrigado, insistió:
-¿Y podría contarnos qué fue lo que le impidió dar su mejor desempeño hoy?
Araceli esbozó una sonrisa amarga.
-Los que me conocen saben que este último año he estado muy enferma, bastante grave… He estado en tratamiento
constante.
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