Este informe de prueba de paternidad por ADN confirmaba que Ana era, en efecto, la hija biológica de Víctor y Xyris.
Xyris se sorprendió muchísimo; en realidad, en su corazón ya había asumido que Ana no era su hija, era una especie de intuición maternal.
Pero ahora, con el informe de ADN delante de sus ojos, resultaba que Ana sí era su hija. Tenía que creer
en la ciencia médica.
Ana miró fijamente a Víctor y Xyris, -Papá, mamá, ¿ustedes qué están haciendo?
Víctor guardó enseguida el informe de ADN. Ya que Ana era su hija, no podían permitir que ella supiera que estaban haciendo una prueba de ADN. -Anita, tu madre y yo estábamos revisando unos
documentos importantes.
Ana saludó, luego se acercó, tomó del brazo a Xyris con coquetería y dijo: -Mamá, tu secretario no me dejaba entrar hace un momento. ¿Acaso ahora tengo que pedir permiso para verte?
Xyris miró con reproche a su secretario, -la próxima vez que venga Anita, déjala pasar sín
inconvenientes.
-Sí.- El secretario obedeció.
Ana quedó satisfecha, -mamá, no te habrás olvidado de lo que hablamos ayer, ¿verdad? He venido a incorporarme al trabajo.¿En qué cargo me vas a colocar?
Xyris dijo, Anita, vas a empezar como pasante en el departamento de marketing. Primero tienes que adquirir experiencia.
¿Qué?
¿Una pasantía en el departamento de marketing?
¿Hacerla empezar como una empleada común?
Ana se sintió decepcionada. Ella esperaba que Xyris le entregara la marca de joyería de lujo del grupo, que la nombrara de inmediato jefa.
-Mamá, ¿me vas a poner como empleada en el departamento de marketing? No quiero ir.
-¿Entonces dime a dónde quieres ir?
-Quiero la marca de joyería del Grupo Jiménez.
Xyris miró a Víctor, y Víctor dijo con severidad. -Anita, la marca de joyería del Grupo Jiménez está valorada en más de mil millones de dólares. No tienes ninguna experiencia laboral en joyería, no podemos entregarte esa marca.
Xyris dijo, Anita, tienes que trabajar con los pies en la tierra. Eres mi hija, y en el futuro todo lo mío será tuyo, pero ahora mismo no tienes la capacidad para hacerlo. Debes comenzar desde la base. Si lo haces
Capítulo 707
bien, tu ascenso será muy rápido.
Ana se enojó demasiado. Soltó el brazo de Xyris, ¡Mamá, no quiero ir al departamento de marketing!
Xyris tampoco cedió. -¡Anita, esto no es un juego! ¡Bajo ninguna circunstancia puedo poner el futuro de tantos empleados y el destino de una marca de joyería en tus manos!
-¡Mamá, tú definitivamente no me quieres! ¡Humph!
Ana se dio la vuelta y salió corriendo.
Xyris intentó correr tras ella. -¡Anita!
Pero de repente, todo se volvió negro ante los ojos de Xyris, y se desplomó al suelo.
Víctor reaccionó con agilidad, extendió el brazo y atrapó la cintura suave de Xyrís, sosteniéndola en sus brazos. -¿Xyris? Xyris, ¿qué te pasa?
El rostro de Xyris estaba pálido como el papel. Se apoyó débilmente en el pecho de Víctor y murmuró, – me duele la cabeza.
Víctor preguntó. -¿Todavía tienes toxinas en el cuerpo?
Xyris respondió con tristeza, —sí.
Víctor la levantó en brazos y la llevó dentro del cuarto de descanso.
La colocó con suavidad sobre la cama. Xyris temblaba, todo su cuerpo estaba frío.
Víctor encendió con rapidez el aire acondicionado; pronto comenzó a salir aire caliente. Cogió una manta y la cubrió con sumo cuidado. -¿Te sientes mejor?
Xyris sentía mucho frío, pero el cuerpo de Víctor/irradiaba ese calor masculino tan característico. Extendió ansioso los brazos y lo abrazó. -Víctor, abrázame.
Víctor se quedó inmóvil por unos segundos, luego se acostó a su lado en la cama. Xyris se acurrucó con dulzura en su pecho, y su mano empezó a deslizarse dentro de su ropa.
Víctor la detuvo enseguida, sujetando su mano. —¡Xyris, compórtate!
Xyris dijo con firmeza. -¡No puedo comportarme! Ya he tocado cada rincón de tu cuerpo, no finjas ser tímido ahora.
Capitulo 708