Capitulo 699
Xyris no pudo evitar reírse; en verdad le encantaba lo transparente e inteligente que era Raquel.
-Raquel, hoy regresé a mi país para ver a mi hija Anita. Ya que es una coincidencia, ¿por qué no
comemos juntas?
¿Qué? ¡Xyris estaba invitando a Raquel a cenar con ella! ¡Esa cena era solo para su reunión con su hija!
Ana se opuso rotundamente: -¡No puede ser!
Raquel respondió con agrado: -¡Claro que sil
Ambas hablaron al mismo tiempo.
Ana dijo furiosa: -… Raquel, qué descarada eres. La vez pasada viniste a mi casa como invitada, y ahora otra vez quieres cenar con nosotras. ¿Acaso en algún momento me preguntaste si eres bienvenida?
A Raquel le encantaba ver a Ana enfadada, ese estado en el que estaba enojada pero no podía hacerle
nada. -Señorita Ana, la última vez fui a casa Barroso porque el jefe Víctor me lo permitió. Esta vez voy a cenar porque la jefa Xyris me ha invitado. ¿Por qué tendría que preguntarte si me das la bienvenida? ¿
Acaso estás cuestionando a tu padre y a tu madre?
Ana tragándose su rabia no pudo refutarla y solo guardó silencio. ¡Estaba tan furiosa que casi se muerde
las encías!
En ese instante, Xyris dijo: -Está bien, Anita. Fui yo quien invitó a Raquel, no discutas más.
Como Xyris ya había hablado, Ana no se atrevió a decir más al respecto: -Está bien, haré lo que tú digas.
Los cuatro llegaron al reservado. Raquel se sentó a un lado silenciosa y no dijo una sola palabra durante
toda la comida; se concentró en comer y, de paso, intentó obtener toda la información posible.
Xyris miró de reojo a Ana: -Anita, ¿en qué trabajas ahora?
Ana respondió mimosa: -Mamá, soy bailarina de ballet, pero ya no quiero seguir bailando. Quiero entrar a la empresa de la familia Jiménez. ¿Puedo?
Raquel se rio con desprecio. Ana tenía tantas ganas de entrar a la empresa de la familia Jiménez.
Xyris preguntó con cierta duda: -¿Quieres entrar a la empresa de la familia Jiménez?
-Sí. Tú eres la jefa de la empresa de la familia Jiménez. He oído muchas cosas maravillosas sobre ti.
Dicen que eres una mujer poderosa en los negocios. Quiero entrar a la empresa de la familia Jiménez para aprender de ti, y en el futuro ser tan independiente y fuerte como tú,– dijo Ana con dulzura.
Xyris no quería que Ana entrara a la empresa de la familia Jiménez. Siempre había sido alguien que separaba lo privado de lo profesional. Ana no había estudiado administración de empresas, así qu estaba calificada para un cargo allí. Pero como Ana lo había expresado así, no la rechazó: -Está bie mañana ven a la empresa de la familia Jiménez. Te asignaré un cargo.
Ana sonrió feliz. -Gracias.
Capitulo 699
Xyris miró de reojo a Victor. -Sal un momento conmigo.
Xyris llamó a Víctor aparte; tenía algo importante que decirle.
Victor salió. Xyris ya lo estaba esperando en el pasillo, de espaldas a él. La mirada de Victor se posó en su estilizada silueta.
Ese día, Xyris preciso llevaba un vestido largo rojo, ceñido al cuerpo, que delineaba a la perfección su
cintura curvada. La forma de sus caderas, firme y redondeada, era de una figura excepcional.
Victor esbozó una sonrisa sombría. En realidad, no era culpa de Ana no haberla reconocido; Xyris no había cambiado nada. Era exactamente igual que cuando era joven, una verdadera belleza. No parecía ser una madre por ningún lado.
Víctor se acercó silencioso por detrás y habló con voz grave: -¿Querías decirme algo?
Xyris se giró enseguida para mirarlo. -¿Anita es en realidad nuestra hija?
Víctor se detuvo en seco. -¿Qué quieres decir?
Act Fast: Free Bonus Time is Running Out!