Capítulo 698
Xyris miró a Ana, y su rostro cambió de forma drástica. Dio un paso hacia adelante y dijo, incrédula
Papá?
Ana levantó la barbilla con orgullo, como un pavo real arrogante. -¿Sabes quién soy? ¡Soy la hija de la familia Barroso! Mi padre es el hombre más rico del mundo. ¿Qué pasa, acaso te asustaste? ¡Jajaja!
Xyris se quedó petrificada en su lugar.
En ese preciso momento, Víctor retiró su brazo de la mano de Ana y la reprendió con severidad: -¡Anita, ¿qué estás haciendo?!
Ana se quedó perpleja al instante. -¿Papá, por qué me gritas?
Víctor miró a Xyris fijamente. -¿Sabes quién es ella?
-Ella es una de esas mujeres que se convierten en amantes de hombres ricos….
Víctor la interrumpió con brusquedad: -¡Cállate!
Ana se sobresaltó. -¿Papá, qué te pasa? ¿Por qué me hablas así?
Víctor dijo:-Anita, ¡ella es tu madre, Xyris!
¡Ella es tu madre, Xyris!
Esa frase estalló en los oídos de Ana. Inhaló profundo y dijo: -¿Papá, qué estás diciendo? ¿Ella es mi
mamá?
Ana miró a Xyris con total incredulidad.
Xyris también la miró sin poder creerlo. Este reencuentro entre madre e hija fue algo inesperado para
todos.
Víctor miró suplicante a Xyris. -¡Ella es nuestra hija, Anita!
Ana se acercó corriendo a Xyris para disculparse. -Mamá, lo siento mucho, no supe reconocerte. Yo soy
tu hija.
Xyris la miró con decepción.
Raquel sonrió satisfecha. -Señorita Ana, ahora sí la llamas mamá, pero hace un momento no dijiste eso. ¿No es así? ¡Incluso pensaste que tu propia madre era una amante de hombres ricos!
-¡Raquel, cállate ya!– Ana le lanzó una mirada fulminante a Raquel. Realmente la detestaba. ¡¿Por tenía que encontrarla siempre como mosca en todas partes?!
Xyris miró a Ana, con una pizca de duda en su mirada. -¿De verdad eres mi hija?
Ana sintió pánico en su interior. La reunión madre–hija que había planeado con tanto esmero se había convertido en una escena tan bochornosa. Esta le había dejado una pésima impresión a Xyris, y ahora ella empezaba a dudar de su identidad.
Capitulo 693
Ana utilizó de inmediato su carta más fuerte. -Mamá, iyo soy tu hija Anita! Hemos estado separadas tantos años, y fue Alejandro quien me crio todo este tiempo. Él me decía que tú me querías demasiado pero durante todos estos años, nunca experimenté el verdadero amor de una madre, Cuando mi papa me dijo que ibas a volver para verme, me senti tan feliz… Al fin, ¡yo también era una niña con mamál Ya no tendría que envidiar a los demás.
La mirada de Xyris se suavizó un poco. Durante todos estos años, tanto ella como Victor siempre se habían sentido culpables por su amada hija Ana,
Xyris se acercó cautelosa y le tomó la mano a Ana. -Anita, mira en aquel entonces no tuve más opción que enviarte a Solarena. A partir de ahora, estaré contigo, no nos volveremos a separar.
Ana se lanzó enseguida a abrazarla. -Qué bien, mamá, te quiero.
En cuanto Ana se abalanzó sobre ella, Xyris percibió el fuerte aroma del perfume que llevaba. Hizo cara de pocos amigos sin poder evitarlo. ¿Por qué no sentía cercanía alguna con esta hija?
Eso era muy extraño.
Sin pensarlo, Víctor se acercó. -Muy bien, dejemos el pequeño incidente de hoy atrás. Ya está reservado el salón privado, vamos a hablar allí.
Xyris aceptó. -De acuerdo.
Entonces, de pronto, Xyris recordó a Raquel. La miró y preguntó con cierta cuiriosidad: -Chiquilla, ¿ cómo te llamas?
Raquel sonrió con naturalidad. -Señora Xyris, mucho gusto, me llamo Raquel.
Raquel extendió afectuosa su mano.
Xyris no pudo evitar sonreír también. Extendió su mano calurosa y la estrechó. -Mucho gusto, Raquel. No me llames señora Xyris, puedes usar simplemente mi nombre. Llámame solo Xyris. 1
Raquel lo pensó por unos segundos. -Mucho gusto, Jefa Xyris.
Gaphulds 699
Capitulo 699