Capítulo 646
Nysa recordaba vividamente a Raquel.
Alberto no se sorprendió en lo absoluto; él sabía que Ana seguro se quejaría como siempre, era algo que le encantaba hacer desde hacía tres años.
–Mamá, hoy me encontré con Raquel en la Fiesta de la Cumbre.
-¿Por qué Raquel vendría a Valle del Río? Seguro que vino por ti. Alberto, no puedes seguir enredado con esa tal Raquel.
-Mamá -Alberto interrumpió furioso a Nysa-, ¿acaso Ana no te dijo que Raquel es Jolanda?
i¿Qué?!
Nysa quedó atónita.
Nysa, por supuesto, también había oído hablar de Jolanda; en los círculos sociales de la alta sociedad, la
fama de Jolanda era considerable.
Nysa no se habría imaginado siquiera que Raquel fuera en realidad Jolanda.
-Así que, Raquel no vino por mí en lo absoluto. Fue invitada de honor a la Fiesta de la Cumbre. Nos encontramos allí por casualidad. Raquel jamás ha dependido de los hombres. En estos tres largos años,
ha vivido aún mejor gracias a su propia capacidad.
En realidad, Nysa no sentía aversión por Raquel. Durante estos tres largos años, al recordarla, aún conservaba en su memoria aquellos bonitos ojos claros e inteligentes. No esperaba que ella fuera la
famosa Jolanda. Ahora tenía la capacidad suficiente para estar al nivel de Alberto. Esta mujer era
deslumbrante.
Nysa miró a Alberto. Al fin y al cabo, era su hijo. ¿Cómo no iba a dolerle? Una chica como Raquel, tan talentosa y bella… ¿qué hombre no la amaría?
Sin embargo, Alberto debía renunciar definitivamente a ella.
-Alberto, yo…
-Mamá, sé lo que quieres decir. Entre Raquel y yo ya no es posible. Hoy vi a su hija.
Nysa se sobresaltó de nuevo.
Alberto esbozó una leve sonrisa. Su hija es hermosa, obediente e inteligente, se parece mucho a Raquel. Es la hija de Raquel y Luis. Ahora los tres son muy felices juntos. Ya no tengo ninguna
oportunidad con ella.
Después de hablar, Alberto subió a paso largo las escaleras, dejando a Nysa con una figura solitaria.
Alberto regresó a su habitación. La luz no estaba encendida, y todo estaba sumido en la completa
Capitulo 646
oscuridad.
En la penumbra, se dirigió hacia el ventanal. Con su alta estatura y largas piernas, permanecía erguido, luego sacó un cigarrillo, lo encendió y comenzó concentrado a fumar en silencio.
Ahora, en su mente, no dejaban de reproducirse las imágenes felices de Raquel, Luis y Bethra juntos. como una familia. Su corazón parecía ser apuñalado una y otra vez con una daga, retorcido sin piedad alguna, causándole un dolor insoportable.
Resultaba que, aquella felicidad debería haberle pertenecido a él.
Pero había perdido esa maravillosa dicha.
Buscó a Raquel durante tres años enteros, y ahora que finalmente la había encontrado, era como si le hubieran dictado una sentencia de muerte.
Je, je,je. ¿Qué ironía?
Alberto esbozó una sonrisa baja y melancólica.
Raquel se encontraba en el hotel acompañando a Bethra. Tenía la intención de regresar a Solara lo antes posible, pero recibió una inesperada llamada de Camila.
Camila dijo alegre: -Raquelita, has venido a Valle del Río, ¡qué maravilla! Yo también estoy en Valle del Río. Veámonos. Trae contigo a Bethra. Como su madrina, le he traído cantidad de regalos.
Camila era la hija de la familia Guerrero. La base de la familia Guerrero también estaba en Valle del Río, pero Camila se había mudado a Valle del Río hacía aproximadamente un año, porque la hermana de Héctor, Fernanda, estudiaba en la Universidad de Monteclaro.
Durante estos tres años, Fernanda había sido sobresaliente. En su segundo año de preparatoria ganó un gran premio de olimpiadas de matemáticas; luego participó en competencias internacionales y obtuvo el primer lugar. Ese mismo año fue admitida en la Universidad de Monteclaro.
Durante estos tres largos años, Camila había tratado a Fernanda cómo si fuera su hermana menor. Cuando Fernanda ingresó en la Universidad de Monteclaro, Camila se mudó allí con sus padres a Valle del Río para poder cuidarla mejor.
Aunque ahora Fernanda ya era muy independiente y no necesitaba que la cuidaran.
Encontrarse con una gran amiga de antaño alegraba naturalmente a Raquel. Aceptó con gusto y dijo: De acuerdo, Camila. Salgo ahora mismo con Bethra.