Capítulo 645
Alberto le preguntó a Bethra si era hija suya y de Luis.
Raquel parpadeó, queriendo hablar, pero en ese instante apareció Luis.–Raquelita, Bethra.
Alberto se hizo a un lado y vio a Luis.
Bethra dijo dulzura: -Papá Luis.
Bethra llamó a Luis papá.
El corazón de Alberto se estrujó de inmediato. No pudo evitar burlarse de sí mismo; ni siquiera sabía por qué había hecho esa estúpida pregunta.
Él sabía perfectamente que Raquel había quedado embarazada de Luís tres años atrás, así que Bethra debía ser hija de ambos. Aun así, se lo había preguntado, fingiendo no saber.
¿Qué esperaba, en realidad?
Luis se acercó cariñoso y extendió los brazos: -Bethra, ven, que papá Luis te abrace, o si no a tu mamá
le van a doler los brazos.
-Sí, está bien.
Bethra fue obediente hacia los brazos de Luis.
Luis, con Bethra en brazos, miró de reojo a Alberto: -Jefe Alberto, cuánto tiempo sin vernos.
Alberto respondió con nostalgia: -Cuánto tiempo.
-Quién lo diría, parece que el destino de verdad nos une con el jefe Alberto. Primero fue Raquelita, ahora
Bethra, ambos se han encontrado con usted.
Al ver a Raquel, Luis y Bethra juntos, tan armoniosos como una familia, los ojos de Alberto ardieron de
profundo dolor. Sus manos, colgando a los costados, se cerraron en puños.
-Jefe Alberto, ya que el destino por fin nos ha reunido, ¿por qué no cenamos juntos esta noche? -invitó
Luis con cortesía.
Alberto lo rechazó: -No, tengo asuntos pendientes en la empresa. Me retiro.
-Jefe Alberto, hasta luego. Bethra, despídete del caballero apuesto.
Bethra agitó su manita obediente:/–Señor guapo, adiós.
Alberto se dio la vuelta y se marchó sin mirar atrás.
Cuando Alberto se hubo ido, Raquel dijo: -Entremos.
Raquel, Luis y Bethra entraron silenciosos en la casa. Luis bajó a Bethra, y Raquel miró a Luis: -¿Lo hiciste a propósito? ¿No es así?
Luis sonrió: -¿Hacer qué a propósito?
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Raquel dijo: -Preguntar sabiendo la respuesta. Estabas provocando de manera deliberada a Alberto.
Luis no respondió y preguntó en cambio: -¿Te dio lástima?
Raquel lo negó: -No.
-Claro que lo hice a propósito. Hace tres años no te supo valorar ni a ti ni a Bethra. Ahora está enredado con Ana. Es el castigo que se merece.
Raquel sonrió. Pensó en la expresión de Alberto, entre la autocrítica y la soledad. Él sí merecía un cruel
castigo.
Sin pensarlo, Bethra corrió hacia ella y dijo: -Mamá, ¿qué piensas del señor guapo? ¡Te lo presento para
que sea tu esposo!
Bethra solo tenía en mente que Alberto se convirtiera en el esposo de su mamá.
Raquel sonrió graciosa. El mundo de los adultos era muy complicado; ¿cómo iba una niña a entenderlo?– Bethra, ¿dime tienes hambre? Mandé a preparar variedad de tus comidas favoritas. Vamos a cenar, ¿sí?
La atención de Bethra se desvió al instante. Respondió con entusiasmo: -Sí, ¡vale!
Alberto regresó a la casa de los Díaz. Apenas entró al salón, vio a Nysa, quien lo había estado esperando por horas sentada en su silla de ruedas.
-Alberto, ¿qué pasó hoy en la gala de élite? Anita me llamó hace un buen rato desconsolada y me lo contó todo. Me dijo que Raquel también estuvo en la gala, que volviste a caer rendido ante ella y que luego la dejaste abandonada ahí.
Raquel había llegado al Valle del Río, y esa noticia ya había llegado a oídos de Nysa.
Capitulo 646
Capítulo 646