Desde el principio no estaba! ¡Revisé todo de principio a fin y no encontré el nombre de Raquel por ningún lado!
Sobre este punto, Ana y Elena estaban seguras de no haberse equivocado. Ese nombre, Raquel, era tan
llamativo que, de haber estado allí, lo habrían notado de inmediato.
Raquel sonrió con sarcasmo. -Por supuesto que no hay ningún nombre de Raquel en la lista de
millonarios, porque usé otro nombre.
¿Qué quería decir con eso?
Ana se quedo pasmada al oír esto. -¿Otro nombre? ¿Qué nombre?
Elena dijo: -Raquel, deja ya de presumir. Vete ya, no hagas más el ridículo aquí.
Raquel respondió: -Ridículo, no sé quién lo está haciendo realmente.
En ese preciso momento, el organizador del evento se acercó y se paró al lado de Raquel. -La señorita Raquel es una invitada de honor en esta Cumbre del Vino, una figura esperada por todos. Como
organizadores, no permitiremos que nadie la insulte.
Al terminar de hablar, un grupo de guardaespaldas vestidos de negro de pronto apareció y se situó detrás de Raquel.
El rostro de Ana y Elena cambió de forma drástica. Miraron asombradas al organizador. -¿Raquel era
una invitada de honor? ¿La figura más esperada por todos? ¿Ustedes no estarán confundidos?
El organizador dijo con firmeza: -No es que estemos confundidos, es que ustedes no tienen visión. ¿
Saben quién es la señorita Raquel?
-¿Quién es acaso?
El organizador exclamó enseguida: ¡La señorita Raquel es la magnate detrás del mayor grupo
farmacéutico, Jolanda!
Raquel era Jolanda?
Ana y Elena aspiraron profundo. Ellas miraban incrédulas al organizador y a Raquel, sin comprender lo que estaban escuchando.
Ana exclamó enfadada: -¿Raquel es Jolanda? ¿Cómo puede ser?
Elena dijo: -Jolanda siempre ha sido discreta y con un halo de misterio. Nadie ha visto jamás su rostro. ¿ Cómo va a ser Raquel?
Raquel sonrió. Lentamente sacó su número de identificación: un pequeño alfiler plateado. Sujetó el alfiler sobre su vestido negro.
Ana y Elena enfocaron con sumo cuidado la mirada. En el número, de identificación, estaba grabado con
letras doradas en relieve: Jolanda.
Sin pensarlo, la asistente de Raquel se adelanto. Hacía rato que no soportaba a Ana y Elena, y ahora exclamó a todo pulmón: Ella es nuestra Jefa, Jolanda! ¡Ustedes si que son ignorantes!
La sala estalló admirados. Todos miraban a Raquel.–¡Dios mío, así que ella es Jolanda!
-Esta vez vinimos justamente por Jolanda, queríamos ver cómo era en persona. ¡No imaginábamos que fuera una mujer tan hermosa!
-Hace un momento, la señorita Ana incluso dijo que Jolanda se había colado aquí. Qué ignorante es.
Ana y Elena retrocedieron asustadas varios pasos, como si las hubieran electrocutado. No podían creer que Raquel fuera en realidad Jolanda.
Tres años atrás, con gran esfuerzo, lograron derrotar a Raquel y hacerla desaparecer por completo durante tres largos años. Ahora, Raquel regresaba con gloria.
¿Cómo podía ser esto posible?
¿Por qué tenía que ser así?
Alberto se adelantó efusivo. Su mirada se posó sobre Raquel, observándola con admiración. Resultaba que sus sospechas y presentimientos eran ciertos: ella era, en efecto, la Jolanda con la que se había cruzado fugazmente años atrás.
Ella era Jolanda.
Alberto no sabía cuántas sorpresas más le deparaba Raquel. ¿Cómo podía ser tan extraordinaria? Siempre capturaba por completo su atención, haciéndolo incapaz de apartar la mirada.
Resultaba que su destino con ella ya había sido sellado hace años atrás.
Capitulo 641