Capitulo 636
-Alberto, esta Cumbre está llena de personas poderosas. Raquel definitivamente vino a colarse, Cuando tú llegaste estaba a punto de echarla, dijo Ana,
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Alberto efusivo dijo, Raquelita, yo te llevo adentro.
Alberto quería llevar a Raquel a la Cumbre de la Cima.
Raquel curvó los labios rojos en una linda sonrisa, jefe Alberto, gracias, pero no te preocupes puedo
entrar a la Cumbre por mi cuenta.
-¿Tú puedes entrar? Ja, ja, ja… Sabes Raquel, no digas toda esa sarta de estupideces. Aquí adentro sólo hay millonarios. ¿Con qué vas a entrar tú?
Ana y Elena no creían que Raquel pudiera entrar a la Cumbre de la Cima. De hecho, ni siquiera Alberto lo creía, aunque él sí podía llevar a Raquel adentro.
Raquel sacó orgullosa una invitación de su bolso. -Lo siento mucho, señores. Esta es mi invitación.
¿Raquel tenía una invitación?
Al instante Ana y Elena se quedaron boquiabiertas. -¿Raquel, cómo conseguiste una invitación? ¿Acaso también entraste en la lista de millonarios?
Elena lo negó. -¿Cómo va a ser? Nunca he visto el nombre de Raquel en la lista. Además, hay muy pocas mujeres en ella. Esta vez, el mayor atractivo de la Cumbre es que Jolanda va a asistir. Ni siquiera he oído mencionar a una tal Raquel.
La sospecha de Elena tenía fundamentos sólidos. Al fin y al cabo, el nombre de Raquel no figuraba por ningún lado en la lista de millonarios.
Raquel no mostró expresión alguna, sólo sonrió. -Así que ustedes también saben que Jolanda participará en esta Cumbre.
-Claro que lo sabemos muy bien, Raquel. Jolanda es la mujer más destacada del grupo farmacéutico. Tú eres la médico invencible, la Invencible, ¿no es así? Entonces seguro la conoces. Raquel, probablemente trabajas para ella, ¿no es cierto?– se burló Ana.
La joven asistente al lado de Raquel ya no podía aguantarse más tantos insultos y se enfureció con Ana.y a Elena. Ustedes…
La asistente quiso hablar, pero Raquel la detuvo en seco.
Raquel pensó que no era necesario decir nada en ese momento. Sería más interesante cuando supieran la verdad más adelante.
Alberto miró de reojo a Raquel. -Raquelita, esta vez Jolanda participará en la Cumbre de la Cima. Ven entra conmigo, tengo mucho que hablar contigo.
Raquel lo rechazó con cortesía. -Jefe Alberto, gracias por tu amabilidad, pero voy a asistir a la Cumbre por mi cuenta. No te preocupes nos veremos más tarde allí.
Después de decir eso, Raquel se dio la vuelta y se marchó.
Alberto la llamó varias veces, -Raquelita!
Ana y Elena se acercaron. Ana dijo, -¡Quiero ver qué truco barato se trae esta Raquel más tarde!
Elena le comentó, -esta Cumbre está llena de poderosos. Si Raquel se atreve a causar problemas, j seguro la echarán como un perro!
Ana miró a Alberto. -Alberto, no te preocupes por Raquel. Lo tuyo con ella ya es cosa del pasado. Vamos a disfrutar de la Cumbre.
Alberto ni siquiera miró a Ana. Entró a paso largo a la Cumbre de la Cima acompañado de Francisco.
El rostro de Ana, ignorada por completo, se ensombreció.
Elena la consoló con dulzura. -Anita, entremos a la Cumbre. Ahora eres la hija del hombre más rico del mundo. Puedes aplastar por completo a Raquel. Si ella insiste en asistir, jes la oportunidad perfecta para humillarla como se merece!
Los ojos de Ana brillaron de emoción. Cierto, ahora era la señorita de la familia Barroso. Que Raquel insistiera en asistir a la Cumbre era darle a ellas la oportunidad perfecta de ridiculizarla.
Ya que Raquel quería exponerse a la humillación, Ana no pensaba perdonarla esta vez.
-Elenita, vamos entremos.
-Claro.
Esta Cumbre de la Cima estaba colmada de figuras poderosas. Los asistentes eran personalidades de alto nivel que sólo se veían en la televisión financiera o en los periódicos de negocios. Alberto, vestido con un traje negro hecho a medida, se encontraba bajo la luz deslumbrante, conversando de manera discreta con varios jefes a su alrededor.
Capítulo 637