Luis cariñoso levantó a Betlira en brazos. -Bethra, ¿te agrado ese señor apuesto de hace un momento?
Bethra lo confirmó. -Me gustó ese señor apuesto. Es tan alto y guapo. Podemos presentárselo a mí mamá para que sea el esposo de mi mamá.
Luis sonrió. Bethra era muy considerada; al ver a un hombre guapo, lo primero que pensó fue en su madre, y quiso presentárselo.
-Bethra, volvamos a casa.
-¡Está bien!
Luis llevó a Bethra de regreso a la villa. Por la noche, Raquel hizo una videollamada. Ella contestó
emocionada. -¡Mamá!
En ese momento, Raquel ya había llegado a Valle del Río y se hospedaba en una suite de un hotel de seis estrellas. Al ver la carita adorable de su pequeña hija, todo su cansancio desapareció por completo. Sonrió con dulzura. -Bethra, ¿me extrañaste?
-¡Por supuesto que sí, te extrañé demasiado!
-Yo también te extrañé, mi amor.
Mamá, hoy en el aeropuerto vi a un señor muy guapo. Quiero presentártelo para que sea tu esposo.
Raquel quedó perpleja. la verdad no esperaba que su hija quisiera presentarle a un hombre.
No imaginaba que quien la animaría a casarse sería su propia hija.
-Bethra, ¿qué tipo de señor guapo viste?
En ese preciso momento, Luis se acercó. Abrazó a Bethra y le dijo: -Raquelita, tú también conoces al señor guapo del que habla Bethra.
Raquel, confundida, preguntó: -¿Quién es?
Luis respondió: -Alberto.
¿¡Qué!?
Las largas y rizadas pestañas de Raquel temblaron de repente. ¿Bethra se encontró con Alberto?
¿Por qué Alberto fue a Solara?
–
Luis dijo: Raquelita, Alberto vino a Solara, pero ahora ya está de regreso en avión hacia Valle del Río. Partió poco después de que tú salieras, así que no se encontraron. Pero Bethra sí lo vio en el aeropuerto y le agradó bastante..
Raquel no esperaba que Alberto se encontrara con Bethra en el aeropuerto. -¿Alberto reconoció a`
Bethra?
Luis lo nego. -Tranquila, no la reconoció.
Raquel respirò aliviada. No quería que Alberto reconociera a Bethra. La verdad, aunque la reconociera no importaba tanto, ya que siempre habla pensado que Bethra era hija suya con Luis.
Sin pensarlo, Bethra dijo con una vocecita dulce: -Mamá, jasí que tú conocías a ese señor tan guapo! Quiero que ese señor guapo sea mi papá.
Raquel guardó silencio.
Siempre complacía cualquier petición de Bethra, excepto esta. Esta no podía por ningún motivo
concedérsela.
Nunca imaginó que el llamado de la genética sería tan fuerte. Bethra no había visto a Alberto desde su nacimiento, pero en cuanto se encontraron por primera vez, Bethra se encariñó con él.
-Bethra, las cosas entre los adultos son muy complicadas. Es posible que ese señor tan guapo ya esté casado. No podemos tomar decisiones a la ligera, ¿de acuerdo?
Bethra se sintió un poco decepcionada por eso, pero aceptó obediente. -Está bien.
-Raquelita, deberías descansar temprano.
Luis y Raquel colgaron la videollamada.
Bethra miró con nostalgia a Luis. -Papá Luis, ¿mamá conoce al señor guapo?
Luis acarició con ternura la adorable cabecita de Bethra. Sabía que Bethra anhelaba tener un papá. Bethra, ¿te gustaría ir a Valle del Río? Tu mamá está allí ahora. ¿Quieres que vayamos juntos?
Los ojos de Bethra se iluminaron al instante. -¿De verdad? ¡Sí, quiero ir!
-Muy bien, salimos ahora mismo.
Luis ya lo había decidido: llevaría a Bethra a Valle del Río.