Capítulo 630
Bethra lo negó. -No lo quiero, solo quiero esta que me regaló mi mamá.
Era la primera vez que Alberto intentaba consolar a una niña, y parecía algo torpe. -Pequeña, ¿y dónde está tu mamá? No te preocupes ahora mismo la busco para que venga.
Bethra respondió entre sollozos: -Mi mamá no está aquí.
Alberto no sabía en ese momento qué más hacer. -Pequeña, ven, te llevo en brazos a buscar a tu mamá
y a tu papá.
Alberto levantó a Bethra. Era muy ligera, y él la sostuvo con firmeza en el pliegue de su brazo.
Bethra miró asombrada a Alberto, y con tristeza las lágrimas comenzaron a detenerse poco a poco. Sentía que aquel hombre era tan apuesto, la levantaba con facilidad tan alto, más alto que Luís.
-Pequeña, si tu mamá no está aquí, ¿entonces dónde está tu papá? No habrás salido sola, ¿verdad?
Bethra respondió: -Señor apuesto, no salí sola.
En ese instante, Bethra escuchó la voz de Luis. Luis había regresado tras comprar Dulce Encanto, y al no encontraria en su asiento, empezó a buscarla desesperado por todas partes. -¡Bethra, Bethra!
Bethra dijo enseguida: -Señor apuesto, mi papá me está buscando.
Alberto bajó apresurado a Bethra. Ella agitó su pequeña mano. -Señor apuesto, adiós.
Alberto sonrió ligeramente. -La próxima vez que nos veamos, te compensaré con una bola de cristal.
-Está bien.- Bethra salió corriendo.
Alberto observó atento la pequeña figura de Bethra mientras corría hacia Luis. -Papá Luis.
Alberto vio la espalda de Luis, y sus pupilas se contrajeron enseguida. -¿Luis?
Llevaba tres años buscándolo, pero era como si Luis hubiera desaparecido de la faz de la tierra, no había manera de encontrarlo.
¿Y ahora de repente Luis aparecía en el aeropuerto?
Alberto dio un paso largo, queriendo ir hacia allá.
Pero justo en ese momento Francisco se acercó. -Jefe, el avión privado ya está listo.
Alberto se detuvo en seco. Cuando volteó la vista, Luis y Bethra ya no estaban.
Alberto miró el inmenso aeropuerto, pero ya no había rastro alguno de aquellas figuras conocidas. ¿ Acaso había sido solo una ilusión?
¿Y si aquel hombre no era Luis?
Entonces Francisco volvió a apurarlo. -Jefe, debemos abordar enseguida. Ya es hora.
Capitulo 630
Alberto desilusionado solo pudo apartar la mirada. -Vamos.
Alberto se fue con Francisco.
Por otro lado, Luis se había escondido con Bethra a un lado, y solo cuando vio que Alberto se alejaba,
salió corriendo con ella en brazos.
Luis había reconocido de inmediato a Alberto en cuanto lo vio. No esperaba encontrárselo en ese lugar.
Bethra preguntó con cierta coquetería: -Papá Luis, ¿por qué te escondiste? ¿Estás evitando al señor
apuesto?
Luis miró a Bethra. -Bethra, ¿cómo lo conociste?
Bethra señaló con tristeza su bola de cristal rota. -Hace un rato, mi bola de cristal rodó hasta donde él estaba, y él la pisó y la rompió.
Luis no pudo evitar sentirse conmovido. Durante estos tres años, Raquel había estado evitando por todos los medios a Alberto, y este viaje a Valle del Río también se suponía que debía mantener en secreto la existencia de Bethra. Pero todo parecía simplemente obra del destino: Bethra se había encontrado con Alberto.
Padre e hija se habían reencontrado.
-Bethra, ¿te agradó ese señor apuesto de hace un rato?
Bethra lo confirmó. -Me agradó. Es alto y guapo, y me levantó muy alto.