Capítulo 617
Ana hizo mala cara. -¿Qué quieres decir con que algo le pasó a Alejandro? ¿Qué le pasó con exactitud?
María bajó la voz y dijo: -Anita, Alejandro descubrió el misterio sobre tu origen, él…
Antes de que María terminara de hablar, Ana la interrumpió con brusquedad: -¿Misterio sobre mi origen? ¿Qué clase de misterio? ¡Ese misterio ya está resuelto, soy la hija de Víctor!
Ana aún no sabía toda la verdad.
María originalmente no tenía la intención de contárselo a Ana, pero ahora que Alejandro había despertado, no podía arriesgarse. Por lo tanto tenia que preparar a Ana con anticipación.
-Anita, quiero contarte algo. En realidad, tú no eres la hija biológica del jefe Víctor.
¡¿Qué?!
El rostro de Ana cambió de forma drástica. Miró a María con incredulidad. -¿Qué quieres decir con que no soy la hija biológica de mi papá? ¿Que tonterías estás diciendo? ¿Te volviste loca o qué?
María miró con nostalgia a Ana. —Anita, tú eres hija biológica mía y de Diego. Hace años, te cambié a ti por Raquel.
Ana inhaló profundo. -¿Cambiaste a Raquel por mí? ¿Yo soy la hija biológica tuya y de Diego? Entonces Raquel, Raquel es…
María lo confirmó. -Así es. Raquel es la hija biológica del jefe Víctor. ¡Raquel es la verdadera hija del hombre más rico del mundo!
¡Raquel es la hija biológica del jefe Víctor!
¡Ella en realidad es la hija del hombre más rico del mundo!
Esas dos frases explotaron en los oídos de Ana como un trueno. Sus pupilas al instante se contrajeron, su mente quedó en blanco.
En ese momento, no comprendía en lo absoluto lo que María le estaba diciendo.
Podía entender con claridad cada palabra por separado, pero al unirlas en una frase, no tenían sentido para ella.
¡No, esto no puede ser, estás mintiendo! Ah…. Ya lo entiendo! Raquel es tu hija biológica, y quieres que ella me reemplace como la hija del hombre más rico del mundo. ¡Eres una vil mentirosa!– Ana dijo, alterada.
María con amor extendió los brazos para abrazarla. -No es así, Anita. Escúchame muy bien. Cada palabra que te digo es cierta. Tienes que aceptarlo…
Capitulo $17
¡No quiero escuchar nada más! ¡Eres una mentirosa! ¡Raquel es esa chica despreciable nacida de ti y de Diego, mientras que yo soy la verdadera hija del hombre más rico del mundo! ¡Esto tiene que ser así! – Ana, fuera de sí, se tapó los ollos con las manos. No quería oír ni una palabra más de María.
Ana sentía que había caído del cielo al infierno en un santiamén. Aún se hallaba inmersa en el dulce sueño de ser la hija del hombre más rico del mundo, un sueño del que no quería despertar, pero María acababa de romperlo en mi pedazos.
¿Cómo podía ser Raquel, esa chica despreciable, la hija del hombre más rico del mundo?
¡No eso no lo podía ser! ¡Ella era la verdadera hija de Víctor!
María tenía que hacer que Ana aceptara de una vez por todas la realidad, de lo contrario, estaría en peligro. Anita, tienes que aceptar la realidad. Piénsalo, si Raquel fuera mi hija biológica, ¿ crees que la habría tratado así? ¡Tú eres mi hija biológica! ¡Por eso usé a Raquel como un peldaño en tu camino hacia el éxito, Anita!
—¡Anita, cálmate de una vez! ¡Ahora Alejandro ya sabe la verdad! Está en el hospital, y en cualquier momento podría revelar tu secreto. ¡Cuando eso pase, tanto tú como yo estaremos
muertas!
Las angustiantes palabras de María cayeron sobre Ana como un balde de agua helada. Le helaron el corazón, pero también la hicieron despertar y aceptar la realidad.
Ella no era más que una simple impostora, pretendiendo ser la hija del hombre más rico del
mundo.
Raquel era la verdadera hija de Víctor.
¿Cómo podía permitir que Raquel se reuniera con Víctor? ¿Ella cómo podía permitir que Raquel viviera la vida destinada a una heredera?
¡Eso jamás!
Ana desesperada miró a María. —Dime entonces, ¿qué vamos a hacer? ¿Por qué despertó Alejandro? ¿Por qué no se murió?
Ana era increíblemente egoísta. Durante todos estos años, Alejandro la había tratado con gran devoción, mimándola como si fuera su propia hija, pero ella no sentía el menor afecto por él. Cualquier obstáculo en su camino, ella quería eliminarlo sin piedad alguna.
–Alejandro ya estaba en estado vegetal, pero doña Sara llevó a Raquel a practicarle
acupuntura, y entonces despertó. ¡Tenemos que pensar rápido en una manera de evitar que se sepa la verdad sobre tu origen!
7
Los ojos de Ana se tornaron venenosos. -Entonces hagamos que Raquel desapare para siempre.
María quedó petrificada.