Sebastián no pudo evitar mirarla.
No que te encantaba el violín? ¿Acaso no te importa?
La voz de Sabrina sono tranquila, sin prisa ni apuro.
-Hay muchas formas de amar lo que uno hace, no solo compitiendo se demuestra. Esta vez, la verdad, fue eutha Arrastre a Valéria conmigo y si los organizadores deciden que debo retirarme, no tengo nada que decir. Para mi, los concursos ayudan a mejorar, pero no son lo único, tampoco es que me muera si no participo.
Sí, ese concurso era importante, pero tampoco tanto como para sacrificar todo por él.
Y si lo comparaba con la vida de una persona, pues no tenía ni punto de comparación.
Sebastián guardó silencio un rato antes de responder.
-Tu te atrasaste en el concurso por salvarme. Voy a aclarar eso por ti, lo prometo.
Pero Sabrina negó con la cabeza.
-Por ahora, da igual lo que diga. Quienes quieren buscar problemas siempre se las arreglan para hablar mal. Eres mi asistente, pueden decir que planeamos todo. No vale la pena.
Sebastián la miró con atención.
-¿Entonces no vas a aclarar nada?
-Sí voy a aclarar, pero lo haré justo cuando nadie me crea, sin importar lo que diga.
Sebastián captó lo que Sabrina quería decir y, para su sorpresa, una sonrisa extraña se dibujó en su cara.
-Eso… no está mal.
Sabrina estaba consciente de que tenía parte de culpa por faltar al concurso.
Si Valeria solo quería aprovechar su fama, a Sabrina no le importaba.
Pero si lo que buscaba era ensuciar su nombre, ahí sí que no pensaba quedarse callada.
¿Quieren armar escándalo? Pues a ver quién sabe hacerlo mejor.
Si Valeria quería ganar fama a su costa, Sabrina se encargaría de que la tuviera que devolver con creces.
Sabrina bajó la mirada hacia Sebastián.
-Estos días, concéntrate en recuperarte. Si necesitas algo, solo dime.
Sebastián, sin embargo, le recordó:
-No me has contestado lo que te pregunté antes.
Sabrina recordó aquellas palabras que él le había dicho antes de entrar a la sala de emergencias:
[¿No te dio miedo hace rato?]
Sabrina fue honesta.
-Decir que no me asusté sería mentir, pero la verdad es que no pensé mucho, solo quería sacarte de ahí cuanto antes. Si tuviera que escoger de nuevo, no sé si lo haría otra vez.
Sebastián sonrió, tranquilo.
-De cualquier modo, te agradezco que me hayas salvado.
Sabrina negó con la cabeza.
-No tienes que agradecerme nada. Si no fuera porque mantuviste la calma y me protegiste al final, ahora mismo la que estaría en esa cama sería yo. Puede que no logre estar en el concurso, ni siquiera pueda dar el concierto después. Así qu no me debes nada.
Sebastián entendió lo que quería decir.
1/2
1590
Ya comprendi
Me prestas la llave de tu casa?-preguntó Sabrina- Voy a ir a organizarte unas cosas
Sebastián le lanzó la llave.
-Gracias por el favor.
Sabrina no llevaba mucho tiempo fuera cuando un joven de aspecto común entró en la habitación,
-Señor -dijo con respeto-, el equipo médico ya está en el hospital. A partir de ahora nosotros nos encargaremos de au estado.
Sebastián preguntó, directo:
-¿Ya saben quién provocó el accidente?
-Fue Julio -respondió el joven.
Sebastián adoptó un tono indiferente.
-Hay algo que quiero que hagas primero.
-Digame.
Mirando las noticias en la televisión, Sebastián comentó como si nada.
-Si Julio quiere destruirse, ayudémoslo a salir del clóset, pero que sea de verdad.
Sus labios se curvaron en una mueca.
-Quiero que todo el mundo lo vea. Que sea una transmisión global. Que todos vean cuánto le gustan los hombres.
Capitulo 765
Capítulo 765