Capítulo 687
Ana estaba muy feliz, por fin había logrado salir.
Ana miro cautelosa a su alrededor. Todo estaba en completo silencio, no se oía ni un solo ruido, Nadia sabía que ella se había escapado sigilosamente de la casa de los Barroso en medio de la noche Ahora, podía ir con tranquilidad a hacer lo que quería hacer.
Ana sonrió con malicia. Todo lo que Raquel le había hecho durante este tiempo, ella se lo haría pagar a Bethra.
Ana se dio la vuelta y a paso largo se marchó.
Ana llegó por fin al lugar de los secuestradores. El secuestrador vestido de negro le abrió entusiasmado la puerta para dejarla entrar. ¡Que blen señorita Ana, por fin ha llegado!
¡Paf!
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Ana levantó la mano y le dio una bofetada al secuestrador vestido de negro, y lo reprendió furiosa: – Qué actitud tan arrogante fue esa por teléfono? ¿Así es como trabajas para mí?
El secuestrador vestido de negro se cubrió la cara donde había recibido la bofetada y sonrió servilmente.
-Señorita Ana, lo siento mucho. Todos teníamos miedo de que no viniera. Ahora estamos en el mismo
equipo, no se enfade, mejor ocupémonos de esas dos personas cuanto antes.
El secuestrador vestido de negro también sentía que, si no actuaban pronto, tendrían problemas. No
querían por nada del mundo seguir teniendo a Bethra y Nysa en sus manos.
Ana preguntó con cierta cautela: -¿Ellas siguen en el cuarto oscuro?
-Sí, han estado encerradas ahí todo el tiempo.
Ana tomó una máscara y se la puso en el rostro. Luego se cambió á un conjunto de ropa negra,
camuflando todas las partes de su cuerpo.–Vamos, entremos a verlas.
-Sí señora vamos.
El secuestrador vestido de negro empujó la puerta del cuarto oscuro, y Ana entró.
Dentro del cuarto oscuro, Nysa y Bethra ya se habían quedado dormidas. Al escuchar el ruido, ambas se despertaron asustadas de inmediato. Nysa abrazó temblorosa a Bethra con fuerza en sus brazos. Miró fijamente a Ana.–¿Ustedes quiénes son? ¿Eres tú la mente maestra detrás de nuestro secuestro?
Ana usaba un modulador de voz, así que su voz cambió de forma automática. Las miró desde lo alto y admitió con franqueza: -Así es, ¡soy yo!
Nysa dijo con firmeza: -¿Qué clase de enemistad tienes con la pequeña Bethra y conmigo? ¿Por qué nos secuestraste? ¡Te advierto que esto es un delito!
Ana sonrió con cierto sarcasmo: -Ahora que ustedes están en mis manos, jaún te atreves a hablar con
ese tono tan desafiantel
Nysa dijo: ¿Sabes quién soy yo? ¡Soy Nysal Si te atreves a hacerme daño, te vas a meteren in prachth
Bethra y Nysa llevaban varios días alll encerradas. Estaban despeinadas y sucias, pero su estado menta aun seguía siendo aceptable.
Ana dudo por unos segundos. La verdad, no quería hacerle daño a Nysa.
De pronto, Bethra dijo con una vocecita mimada: -¡Eres una mala persona, será mejor que nos sueltes!} Mi mami vendrá pronto a rescatarnos!
Al escuchar a la pequeña pronunciar a su mamá Raquel, Ana no pudo contener su intensa ira. Maldita infeliz y bastarda! ¿Aún te atreves a hablarme de esa forma tan arrogante? ¡Alguien, vengan a agarrar a esta bastarda! ¡La eliminaré primero!
El secuestrador vestido de negro se apresuró a agarrar a Bethra.
Pero Nysa enseguida abrazó con todas sus fuerzas a Bethra.–¡¿Ustedes qué están haciendo?! j
Deténganse!
Ana miró a Nysa asombrada, porque vio que se había levantado. Sus piernas estaban curadas.
Ana no podía creerlo.–¿Cómo es que tus piernas están bien?
Nysa respondió: -Mis piernas fueron curadas por Raquel. Ella es una médica milagrosa, muy poderosa. Es la mamá de Bethra. Así que les aconsejo a ustedes que lo piensen bien.
¡¿Qué?!
¿Raquel había curado las piernas de Nysa?
Las piernas de Nysa llevaban años paralizadas. Numerosos médicos famosos las habían declarado incurables. Pero Raquel había logrado sanarlas.
Durante estos tres años, Ana se había esforzado al máximo para ganarse el favor de Nysa, solo para que ella se pusiera de su lado. Pero ahora, al ver cómo Nysa defendía y admiraba con vehemencia a Raquel con cada palabra, el corazón de Ana se estrujó por completo.
Capítulo 688