Thiago todavia está en el parque de diversiones, voy a buscarlodijo André.
Pero en realidad, lo de buscar a Thiago era solo un pretexto. La persona que de verdad quería encontrar era Sabrina
Araceli, con esa expresión que siempre despertaba låstima, le suplicó con voz débil:
-¿De verdad me vas a dejar aqui sola, André?
Antes, cada vez que veía a Araceli así, à André le costaba resistirse. Sin embargo, en ese momento, sin saber por qué, sentía una molestia creciente. Reprimió el fastidio y respondió con tono seco:
-Tranquila, no vas a estar sola. Le pedí a Fabián que viniera a acompañarte.
Apenas terminó de hablar, alguien tocó la puerta del cuarto. Fabián Guerrero entró con el ceño arrugado y cara de preocupación.
-¿Otra vez en el hospital, Araceli? ¿No que últimamente estabas bien?
Araceli apretó con fuerza las sábanas bajo sus manos. André, con tal de ir a buscar a Sabrina, hasta había llamado a Fabián para que la acompañara. ¿Desde cuándo Sabrina tenía ese poder de atraerlo tanto? ¿Será que todos los tipos son iguales y siempre tienen los ojos puestos en lo que no pueden tener?
Con una mirada cargada de resentimiento, Araceli le contestó:
-Hoy fui al parque de diversiones con Thiago. Creí que podía aguantar, pero me sobreestimé. Jugué en una atracción y ahí fue cuando me sentí mal.
André ni siquiera la miró. Se dirigió directamente a Fabián:
-Thiago sigue en el parque. Voy a recogerlo, quédate aquí con Araceli.
A Fabián, que llevaba días aburrido y sin nada que hacer, la idea le cayó de perlas. Además, ya estaba pensando en buscar a Araceli para desahogarse un rato.
Con un gesto despreocupado le soltó:
-Dale, ve tranquilo. Yo me quedo, no te preocupes.
Ni siquiera le pasó por la cabeza preguntarse por qué André había dejado a Thiago solo en el parque.
Araceli quiso llamar a André, pero Fabián bajó la voz y se acercó, como si estuviera a punto de soltarle un gran secreto.
-Araceli, ¿André ya te contó lo de Julio Castaño?
Araceli, con la cabeza hecha un lío, solo preguntó:
-¿Lo de que lastimó a Sabrina en la mano?
Eso ya lo había escuchado en la última reunión entre ellos.
-Eso y más -susurró Fabián, mirando a todos lados antes de seguir-. Por lo que entendí, André quiere vengarse de Julio. Cuando él y Jorge armaron el plan, hasta me sacaron del lugar a propósito. Después les pregunté y ninguno dijo ni una palabra, lo tienen bien guardado.
A Araceli ese tema no le interesaba para nada.
-¿Y eso qué?
Después de todo, ya había platicado sobre eso con Sebastián Fonseca. A Sebastián, lejos de importarle, le causaba gracia verlos pelearse como perros y gatos. Si Sebastián no pensaba meterse, ella tampoco podía hacer mucho.
En el fondo pensó que, si ayudaban a Sabrina a vengarse, tampoco era tan malo. Quizás los Castaño terminarían echándole la culpa a Sabrina y buscarían desquitarse con ella. Y cuando todos se estuvieran peleando, ella podría quedarse mirando y aprovechar la ocasión.
Fabián estaba en su salsa, con la cara iluminada por el chisme.
-¿No te enteraste? Cuando Julio se lastimó la mano y fue al hospital, alguien lo denunció diciendo que tenía cosas prohibidas en su casa. Esa misma noche lo detuvieron y se lo llevaron a interrogar. Lo dejaron encerrado toda una noche.
-El mismo día que salió, le pusieron una bolsa en la cabeza y lo agarraron a golpes. Casi lo dejan irreconocible. La cara se
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le quedo hecha un desastre.
Aracell escuchaba sin mucho interés. Si André quería darle una lección a Julio, seguro todo eso era obra suya.
-Pero eso no es lo peor, lo más fuerte… ¿Adivinas que fue? Fabián hizo una mueca dificil de describir, hasta el que siempre hablaba sin filtro, parecía dudoso de decirlo.
Aracell, más pendiente de como convencer Fabián de ir a buscar a André, preguntó casi por inercia:
-¿Qué fue?
A Fabián le brillaron los ojos. Le encantaba contar esos chismes.
-Después de que lo noquearon, cuando desperto, estaba sin ropa y tenía marcas en el cuerpo… de esas que no se pueden describir. Nadie sabe bien qué le hicieron esa noche.